La llegada del presidente Donald Trump ha marcado un nuevo debate en las siempre convulsas relaciones transatlánticas. Si bien las discrepancias han sido notorias en momentos anteriores de la relación bilateral, como sucedió en los supuestos de las Guerras de los Balcanes o la Guerra de Irak de 2003, la etapa de Trump ha marcado el debate público de una forma casi sin precedentes. Los posicionamientos del presidente Trump durante la campaña presidencial en diferentes aspectos clave y de interés para los aliados europeos como serían el Brexit, el libre comercio, el gasto en defensa, las relaciones con Rusia, así como algunas de sus decisiones durante los dos primeros años de Administración en las citadas materias no han facilitado las cosas, en particular con algunos aliados concretos como Alemania. Con todo, los planteamientos de Trump en su política internacional suponen una ruptura mayor en el ámbito de las formas que en el de la política práctica, especialmente en el ámbito de la seguridad. En cambio, sus planteamientos en materia de comercio suponen una notoria ruptura respecto de los planteamientos realizados por su predecesor y ejemplificados en la propuesta del TTIP. El objetivo concreto de la propuesta es el de analizar la política europea del presidente Trump tratando de desentrañar 1- las líneas generales de la política del presidente estadounidense hacia la Unión Europea, 2- analizar la posible existencia de una estrategia regional por parte de la Administración, 3- analizar los principales puntos de continuidad y ruptura entre la política europea de Obama y la de Trump. Para ello se analizarán los principales discursos y documentos estratégicos de la Administración, los hechos y decisiones de la política europea de Obama y Trump y el posicionamiento de los principales decisores que la integran.