Con frecuencia, conflictos internos producen divisiones en los movimientos sociales. Sin embargo, la capacidad de éstos de promover el cambio social depende, entre otras cosas, de sincronizar fines y medios de la acción colectiva. La presente comunicación ofrece un análisis del referéndum celebrado el 1 de octubre de 2017 en Cataluña, cómo máxima expresión de unidad del movimiento independentista catalán. ¿Cómo se ha producida esta unidad colectiva? Para ello se desarrolla un análisis de los frames producidos por varios actores del movimiento independentistas las semanas previas al referéndum y las posteriores hasta la celebración de elecciones el 21-D, en entornos soberanistas en diversos municipios de Cataluña. La base de datos incluye observación participante, entrevistas cualitativas y un cuerpo de documentos. El argumento que planteamos es una transición discursiva y cognitiva colectiva desde un master frame del derecho a decidir hacia un marco de adversario, en el que el Estado es el enemigo y en cuya construcción tiene un impacto muy significativo la cadena de eventos represivos de las semanas previas y del mismo día de la votación. Esto es, derecho a decidir y represión del Estado como elementos facilitadores de la unidad de acción del movimiento. Así como la represión pre 1-O aumenta la contenciosidad y reduce la institucionalidad, después del 1-O, la superación del umbral de represión “consentida” y la consecución de la votación tiene como consecuencia la desmovilización y la fragmentación discursiva en relación a los dos elementos claves: derecho a decidir y marco de adversario.