La racionalidad liberadora contra el colonialismo-neoliberal está relacionada con la importancia geoestratégica que tiene para Estados Unidos el control hemisférico, para mantener su poder de dominación-explotación capitalista y hegemonía mundial, y las contradicciones sistémicas, límites y posibilidades evidenciadas en la lucha de clases y defensa de la soberanía nacional. El objetivo de este artículo es estructurar una narrativa descolonial y anticapitalista de los procesos de cambios significativos en América Latina en el siglo XXI, en el contexto geo-político de un ataque estratégico neoliberal para recuperar espacios hegemónicos perdidos, en medio de una crisis ecológica y cultural global de alto riesgo para la humanidad. El referente empírico está conformado por los procesos de cambios estructurales, orientadas por utopías concretas de cambio raizal integral (proyecto-país), y gobiernos progresistas que han impulsado políticas sociales para los sectores más vulnerados, por los efectos perversos de la ola neoliberal que arrasó con las economías de la Región, en las últimas décadas del siglo XX. El conocimiento de la realidad se elaboró a partir de un análisis crítico, histórico-dialéctico, que reconoce en el sujeto histórico capacidad creativa y voluntad de acción emancipadora. Estos procesos arrancaron con fuerza, con altibajos y discrepancias entre oferta programática y logros, dependiendo de la coherencia teórica-práctica en las estrategias defensivas/ofensivas y en la relación democrática gobierno/poder popular. Este proceso implica creación de formas orgánicas anticapitalistas de trabajo socio-productivo y de convivencia solidaria en el rescate de las identidades territoriales e histórico-culturales orientadas al bien común y la cohesión social.