Política, injusticia y mala suerte
- Programa:
- Sesión 9, Sesión 9
Día: viernes, 12 de julio de 2019
Hora: 13:00 a 14:00
Lugar: Aula 206
Existen actos que se califican como injustificables. Con ello, parece querer decirse que hay una contradicción radical entre la experiencia de la vida humana y la exigencia de justificación que se deriva de la transgresión de las normas que esos actos suponen. Ello provoca que la valoración de los mismos acabe por tener una fuerte carga emotiva, ya que colocan en una situación fronteriza en la que no existen guías claras y aceptadas que determinen lo que se puede o no se puede hacer. Recientemente, la reflexión sobre el mal, que es el epítome de lo injustificable, ha vuelto a ponerse de relieve a consecuencia de actos cuya violencia sorprende y asusta por igual. Los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York, o los posteriores contra el semanario Charlie Hebdo (por citar sólo los más conocidos), han recuperado reflexiones sobre dilemas morales a los que parece difícil dar una solución satisfactoria. El dilema del guardaajugas de Hans Wenzel, de 1951, se ha convertido en la plantilla de este tipo de pensamientos. Por ejemplo, que el Tribunal Constitucional Federal alemán declarara inconstitucional una ley que permitía derribar un avión lleno de pasajeros inocentes, secuestrado por terroristas, si con ello se salvaba la vida de un número mayor de personas, recordó las ideas de Kant sobre la dignidad humana, pero también generó el temor de ser incapaces de responder a actos de maldad injustificables. Esta ponencia pretende mostrar una reflexión sobre estos problemas a partir de la idea de azar. El azar como concepto metapolítico ha sido sustituido, en la modernidad, por el de seguridad. Ello dificulta encontrar normas que puedan orientar la acción cuando aparece el mal. Podría afirmarse que la reflexión sobre el origen del mal está presente en toda construcción teórico política, por lo que una aproximación al problema desde la teoría política resulta relevante. Se mostrará cómo, al recuperar el concepto de azar, puede interpretarse el mal también como mala suerte y, a partir de ahí, encontrar la manera de justificar actos que, de otro modo, sólo pueden calificarse por la reacción emotiva que despiertan, dejando, así, al albur de los actores implicados el tipo de comportamiento que resulta correcto en esos casos fronterizos.
Palabras clave: mal, injusticia, miedo, terror, política, emociones, suerte, azar