Tanto el concepto de populismo como el partido político español Podemos se han convertido en dos fenómenos de estudio de una relevancia manifiesta. En la mayoría de ocasiones, ambos sujetos han convergido en análisis que los entrelazaban, afirmándose que la naturaleza política de la joven formación se correspondía con una razón de ser marcadamente populista. Esta vinculación, en gran parte argumentada en torno a los principales elementos discursivos del partido en sus inicios, ha permanecido casi inalterable durante los primeros años de su trayectoria política. Sin embargo, y concretamente a raíz de las experiencias vividas en torno al segundo congreso nacional del partido –comúnmente conocido como Vistalegre II-, la formación morada ha experimentado una serie de transformaciones que, como poco, cuestionan el carácter populista que se le presuponía en sus comienzos. Es por ello que el reto actual de este trabajo consiste en indagar, desde un punto de vista teórico político, en torno a aquellas apreciaciones que nos permitan precisar con el mayor detalle posible la veracidad sobre la naturaleza populista de Podemos en la actualidad.