Las últimas elecciones autonómicas en Andalucía supusieron una convulsión política, al obtener en éstas el partido Vox un once por ciento del voto y doce escaños, de un total de 109. Estos datos, y las favorables expectativas de este partido de cara a las próximas elecciones generales, autonómicas, municipales y europeas, han puesto fin a la idea previa de que España se encontraba entre los pocos países de Europa Occidental que no contaba con un partido de derecha radical de particular relevancia.

El énfasis en el carácter xenófobo, machista y homófobo de Vox ha dejado en un plano muy secundario el hecho de que este partido también presenta una cara muy distinta, que comparte con otros partidos de derecha radical de Europa Occidental: la incorporación en su programa de valores liberales en el plano político, moral y social.

El rechazo a la inmigración y la definición de la identidad nacional se expresan por un lado a partir de una visión conservadora, vinculada a la preservación de valores tradicionales y de la identidad cristiana de España. Sin embargo, en paralelo y a modo de contraste, este rechazo se argumenta también en ocasiones, discursiva y programáticamente, precisamente por la necesidad de proteger los valores liberales y de tolerancia de las sociedades occidentales frente a individuos de otras culturas de los que se afirma que no los comparten ni respetan.

Muchos partidos de derecha radical europeos muestran una actitud ideológicamente dual, resultado de que intentan atraer tanto a un electorado socialmente liberal como conservador y reaccionario. En un plano comparativo, los partidos de derecha radical del norte de Europa Occidental hacen por lo general suyos de forma más enfática los valores liberales (libertad de expresión, libertad religiosa, derechos de la mujer, respeto a la diversidad sexual, etc.). La apelación de Vox a algunos de estos principios liberales convive no obstante con la inclusión en su programa de la derogación de la ley de violencia de género, la exclusión de la cobertura del aborto por la sanidad pública, la prohibición del matrimonio homosexual y la adopción por parte de parejas homosexuales, y en general con un discurso muy crítico hacia los movimientos feministas y LGTB+.

Resulta en este sentido un objeto interesante de estudio observar cómo se traduce esta dualidad ideológica del partido Vox en su visión de la historia, en los hitos históricos que asume como referentes para la España actual. La percepción selectiva del pasado configura el presente, y es en este sentido muy revelador hasta qué punto el partido Vox apela a hitos propios de la tradicional historiografía nacionalista (como la conquista de América, los Reyes Católicos o la Reconquista) o de una historiografía más liberal (como la Constitución de Cádiz o personajes históricos progresistas de la política, la cultura y el pensamiento).