Sin lugar a dudas, uno de los principales efectos que a nivel electoral ha provocado el periodo de la Gran Recesión ha sido la ruptura de sistema de partidos tradicional. Este espacio, hasta hace bien poco ha estado marcado por la preeminencia de dos grandes partidos, uno a la izquierda y otro a la derecha y complementado a nivel regional por los partidos PANE. No obstante, la profunda crisis económica y luego política e institucional han dinamitado dicho escenario de lucha interpartidista, provocando el nacimiento de formaciones políticas como Podemos y Ciudadanos, que han supuesto una vía de escape para unos crecientes sentimientos de desafección hacia la política y hacia los partidos tradicionales en cada uno de los espacios ideológicos dominantes, especialmente en el espacio de la derecha que ha visto como se fragmentaba no sólo por el flanco del centro derecha, sino que también hacia la extrema derecha con el surgimiento y creciente protagonismo de VOX, un partido de carácter extremo que ha conseguido unos sorpresivos resultados en las últimas elecciones al Parlamento de Andalucía y que crece en todos los sondeos electorales. Los sucesivos procesos electorales en la España multinivel han evidenciado la fortaleza de estas nuevas formaciones, a la vez que nos han permitido comprobar como el sistema de partidos ha mutado hacia la cristalización de unas arenas mucho más competitivas y fragmentadas, a la vez que tremendamente volátiles. En el presente grupo nos proponemos analizar los componentes que articulan las bases del apoyo y voto a estas formaciones, prestando especial atención al caso de Podemos, Ciudadanos y VOX, todo ello contemplando los elementos contextuales, políticos, actitudinales y comportamentales, a la vez que incluyendo elementos de comunicación política, liderazgo o campañas electorales.