En los últimos años, una plétora de partidos nuevos o, al menos, renovados, muchos de ellos, de corte populista, ha tenido un cierto éxito electoral, a la par que los partidos socialdemócradas, primero, y conservadores, después, han visto recortados sus niveles de apoyo electoral. Dado que en muchos países este fenómeno ya está en curso desde hace varios años, resulta pertinente preguntarse cómo han evolucionado las bases electorales de dichos partidos. Por ejemplo, podría sospecharse que, en Europa Occidental los nuevos partidos populistas de izquierda contaran, inicialmente, con un apoyo especialmente marcado entre los jóvenes, pero que, a medida que sean menos ‘nuevos’ y que logren ampliar su base de apoyo, el perfil de edad se fuera difuminando. Preguntas similares se plantean en relación con otros factores sociodemográficos pero, también, con factores más políticos, como la ideología.

Sin embargo, habitualmente los estudios que han tratado de acercarse a este fenómeno no cuentan con datos de tipo panel para poder llevar a cabo dicho análisis. En nuestro estudio estudiaremos el caso de Podemos, para el que disponemos de una encuesta única de tipo panel en el nivel individual antes y después de las elecciones europeas de 2014, y antes y después de las generales de 2015 para ver en qué medida el perfil de este electorado cambió durante el primer año y medio de vida de Podemos.