Las revueltas antiautoritarias que sacudieron el norte de África y Oriente Medio en el año 2011 fueron el escenario de una extendida colaboración entre las fuerzas islamistas y los partidos y movimientos pro-derechos humanos y libertades políticas, históricamente enfrentados entre sí. Esta colaboración, sin embargo, ha demostrado ser breve, y los años posteriores han reflejado la ruptura de esas relaciones y la polarización de las fuerzas políticas, con un especial énfasis en retorno del clivaje islamistas-secularistas. Marruecos, no obstante, parece ser una excepción, en el que los partidos de izquierdas y movimientos pro-derechos humanos y los movimientos islamistas no sólo no han interrumpido su colaboración, sino que ésta parece ser más estrecha. Esto ha sido especialmente relevante en el caso de los partidos y movimientos de oposición al régimen, con especial énfasis en el caso de la asociación islamista Justicia y Espiritualidad y el partido Vía Democrática. Esta ponencia se pregunta por las razones que han permitido la supervivencia de esta colaboración, a través de un análisis de las relaciones producidas en el contexto post-primavera árabe en el país, y apoyándose en un conjunto de entrevistas y los comunicados emitidos por los actores involucrados.