La aparición de obras como Political Illiberalism, de Peter Simpson, donde se hace una revitalización hasta cierto punto controvertida de las nociones políticas que Max Weber revisó sobre los valores del liberalismo clásico, o trabajos como Liberalismo. El principal enemigo, de Alain de Benoist, donde se escarba sobre las razones actuales del profundo rechazo a esta ideología en las sociedades más desarrolladas, son ejemplos del amplio caldo de cultivo intelectual y teórico que existente en la actualidad en contra de la ideología y de los valores liberales. La tesis que aquí vamos a defender consiste en cuestionar hasta qué punto este fenómeno del iliberalismo político es (i) un ejercicio hiperbólico, sobrevalorado y amplificado de forma ruidosa por las redes sociales y los medios de comunicación, que está basado en gran medida en una (ii) preconcepción sesgada analíticamente, a partir del estudio de experiencias políticas concretas tóxicamente comparadas (Trump, Brexit, los sistemas de partidos Hungría & Polonía & Italia). Creemos que para comprender y desacralizar el fenómeno inflacionario del iliberalismo habría que saber cuál es el peso real que el liberalismo tiene en el conjunto del sistema ideológico moderno y sobre cuáles son sus posibles fragilidades. El objetivo del texto es señalar los problemas que implica utilizar el término de “contexto liberal” en las democracias modernas y mostrar que es más útil comparar en qué contextos políticos específicos, sin etiquetas ideológicas previas, el liberalismo puede mostrar una fortaleza mucho mayor de lo que estos autores vaticinan.