Esta ponencia analiza la elaboración del sistema electoral fundacional de las diputaciones provinciales en 1978. Ponemos a prueba la hipótesis según la cual los partidos grandes preferirían sistemas restrictivos y excluyentes de las minorías, mientras los pequeños optarían por reglas abiertas e incluyentes. Contrastamos la hipótesis con las preferencias manifestadas por los partidos mismos, con datos referidos al ámbito del distrito electoral. Los resultados confirman que los partidos grandes actúan como se esperaría sólo si su fuerza es determinante para aprobar la norma electoral. En cambio, en todas las demás condiciones, los partidos no son eficientes, sino que actúan de forma estratégica para negociar una norma que suponga un mal menor para sus expectativas. La ponencia demuestra que la aprobación de la ley electoral se rige por las preferencias institucionales de los partidos sobre la organización territorial del Estado. El análisis se basa en simulaciones de los resultados en escaños de aplicar las preferencias de los partidos, más el contraste de las estrategias durante la negociación de la ley. Finalmente, se comparan preferencias y estrategias con el rendimiento efectivo de las reglas en las elecciones fundacionales de 1979.