Prácticamente desde principios del siglo XXI, la sociedad civil más comprometida con la igualdad de género en Marruecos (asociaciones de mujeres y de derechos humanos) ha reivindicado una legislación integral, eficaz y avanzada para luchar contra una de las lacras sociales más perniciosas: la violencia contra las mujeres en sus múltiples manifestaciones y en sus diferentes espacios. En este sentido, es necesario tener en cuenta que la Encuesta nacional sobre la prevalencia de la violencia contra las mujeres  (2011) había revelado que el 63% de las mujeres encuestadas habían sufrido algún acto de violencia durante los últimos doce meses y que, entre ellas, el 55% habían sufrido violencia en el ámbito conyugal. Desde entonces, el régimen marroquí anunció en varias ocasiones (2006, 2009, 2013) su voluntad de dotarse de una ley sobre violencia de género, cuyo último proyecto (Proyecto de ley 103-13) fue el que finalmente fue presentado a la Cámara de representantes en marzo de 2016 y, tras largos y apasionados debates, con fuertes cargas ideológicas, finalmente fue aprobado el 14 de febrero de 2018 y publicado en el Boletín Oficial el 12 de marzo de ese mismo año, aunque en la versión oficiosa en francés no vio la luz hasta el 5 de julio. Además de esbozar el contenido social y jurídico de esta ley, esta ponencia tendrá por objetivo señalar los principales puntos de tensión entre la sociedad civil, que llega a calificar a esta norma como “débil, insuficiente, cosmética, vacía o conservadora” y las autoridades gubernamentales, encabezadas por la Ministra de la Familia, Basima al-Haqqawi, que la define como “uno de los textos más importantes que refuerza el arsenal jurídico nacional en el dominio de la igualdad de sexos”.