A lo largo del periodo 2003-2016, la política exterior de Brasil se vio orientada hacia el Sur Global, replicando su política doméstica inclusiva hacia actores tradicionalmente relegados por el país, en un intento por convertirse en su primus inter pares. Ello generó, por supuesto, un cisma al interior de la cartera de Itamaraty, donde se acusaba a la diplomacia presidencialista de Lula de de 'politizar' materias de Estado. Estas lecturas se vieron fortalecidas sobre el final del gobierno de Dilma Rousseff, a causa de la recesión económica que atravesaba el país y del retorno paulatino a sus socios tradicionales, sin dejar con ello de lado una defensa discursiva de Brasil como socio del Sur. En continuidad con estas críticas, el actual gobierno de Jaír Bolsonaro ha prometido dar un giro de timón y terminar con la lectura tercermundista del periodo previo, guiando nuevamente al país hacia la senda de la defensa de Occidente en términos huntingtonianos. En vista de ello, esta ponencia tiene como objetivo analizar el posicionamiento de Brasil en torno al Sur Global en el periodo del gobierno 2003-2016, y el cambio de rumbo a partir del gobierno de Temer y, sobre todo, desde la llegada de Jaír Bolsonaro al poder.