El objetivo de la propuesta es explorar la posibilidad de convertir los cuidados en una herramienta de vertebración comunitaria a) en entornos marcados por gran diversidad cultural b) en un contexto de incertidumbre caracterizado por la crisis de modelos industriales, c) en los que emerge una competencia por recursos escasos, especialmente en torno al empleo y las ayudas sociales, y que d) cristaliza en acercamientos asentados en la desconfianza hacia “lo otro” basados en diferencias culturales o de origen.

Hasta fechas recientes, muchos municipios fabriles se han articulado gracias a una identidad definida a través de la lógica de clase, que cohesionaba a la comunidad local de la mano potentes movimientos vecinales. Hoy en día, en un contexto de fin del ciclo del modelo industrial y de incertidumbre a  nivel vital, la lógica comunitaria parecería estar vertebrándose desde nuevas claves, tal y como se refleja en la mayor parte de los estudios sobre diversidad. No resulta difícil encontrar en éstos indicadores que muestran cómo en estas poblaciones el “nosotros” se está definiendo desde desde el origen, el color o la cultura, identificando un “otro” que se mira con distancia o rechazo. Precisamente por ello, no es extraño que los entornos en declive industrial sean en occidente graneros del voto de los populismos de derecha extrema.

Frente a este reto, los análisis de la diversidad con perspectiva inter-seccional pueden poner luz a las vulnerabilidades cruzadas que atraviesan a todas las poblaciones en diversos niveles o momentos vitales (al margen del origen). Así las cosas, la perspectiva inter-seccional analiza la diversidad desde la vinculación y no desde la dispersión, en la medida en que hace visible los ejes transversales que muestran la potencial vulnerabilidad a la que está sometida toda la comunidad.

Nuestro objetivo, en esta línea, es demostrar empíricamente cómo la visibilización de las debilidades cruzadas puede convertirse en una oportunidad para implementar estrategias participativas que además de movilizar a la comunidad lo hagan desde una perspectiva asentada en los principios de justicia, igualdad y diversidad: siendo el hilo conductor de estas estrategias el de los cuidados comunitarios.

Concretamente, trataremos de mostrar cómo lo común y comunitario se puede activar desde una lógica de los cuidados (que actualiza al contexto del siglo XXI las prácticas comunitarias del pasado) de la mano de un caso práctico: la investigación“Diversidad y vulnerabilidad en Zumarraga” realizada entre 2016 y 2018. En esta investigación se analiza la diversidad de un municipio gipuzkoano de 9000 habitantes en el contexto marcado por el cierre de la fábrica más importante de la comarca. Desde una perspectiva inter-seccional y participativa, se cuenta con la opinión de medio centenar de vecinos/as representativas de los cruces más vulnerables. En ella, se presentan vulnerabilidades asociadas a colectivos concretos (soledad en personas mayores, incertidumbre en hombres de mediana edad, falta de expectativas en la juventud, ausencia de redes en los y las inmigrantes…) y para hacerles frente se plantea una propuesta de trabajo asentada en la lógica del desarrollo comunitario a través de una experiencia piloto participativa centrada en los cuidados, que se está definiendo en la actualidad.