La agenda internacional de construcción de paz ha pasado de enfatizar un discurso liberalizador en los noventa (democratización, respaldo de a la sociedad civil, …) a un discurso que desde el 11 de septiembre de 2001, apuesta más claramente por el fortalecimiento del Estado como forma de construir la paz. Este giro es sobre todo discursivo (se construyen los “estados frágiles africanos” como amenaza a la estabilidad internacional), pero también operativo (parece existir un especial esfuerzo de los donantes internacionales por priorizar medidas orientadas a la reforma del sector de la seguridad o a una mayor militarización de las misiones de paz, por poner dos ejemplos). A través del caso de Sierra Leona, así como de otros contextos y realidades africanas relevantes (se analiza también la polémica gestión de la crisis del ébola en 2014), se ponen de manifiesto los límites y contradicciones de este enfoque, así como la necesidad de impulsar otros modelos que pongan la dimensión social, y no la securitaria, en el centro de los esfuerzos de la agenda internacional de construcción de paz.