El objetivo de la presente propuesta es reflexionar sobre el déficit representativo inherente a la vicepresidencia existente en la práctica totalidad de los países americanos a partir de la introducción –o no– de cambios en sus marcos normativos y en la cultura política en que se inserta. A partir de tres casos: Estados Unidos, Brasil y Argentina, se plantea la problemática tocante a este cargo, tal como se ha incorporado a gran parte de las constituciones latinoamericanas, en el ámbito de la representación democrática. Esta problemática proviene fundamentalmente del carácter fijo (no removible por el presidente) y de los mecanismos previstos para su elección (tanto en las primarias, allí donde las hay, como en los comicios presidenciales). Estos dos factores combinados tienden a producir importantes distorsiones en la capacidad del segundo magistrado para satisfacer el carácer representativo que se le presupone. Y, lo que es más importante en última instancia, tales distorsiones se suelen traducir en inestabilidad y déficit de legitimidad del Ejecutivo. De lo anterior se concluye la necesidad de introducir reformas en la vicepresidencia o considerar su sustitución por otro método sucesorio.