La fragmentación del sistema de partidos en España ha puesto de relieve una nueva modalidad de competición que tiene dos implicaciones. Por un lado, impulsa a las formaciones políticas a priorizar una disputa “intrabloque” con sus homólogos más próximos, en contraste con la clásica dinámica “interbloque” del bipartidismo imperfecto. Por otro, siguiendo una pauta extendida a nivel europeo, los partidos compiten en torno a diferentes temas quepueden sintetizarse en dos dimensiones de conflicto: una sobre “issues” económicos y otra sobre “issues” culturales. Desde una perspectiva comparada, el presente estudio intenta demostrar ambas premisas y, para ello, analiza la competición entre el PSOE y Unidos Podemos en el último año de gobierno socialista (2018-2019), atendiendo al discurso político, las iniciativas legislativas y los programas electorales.