La soberanía es un concepto clave de la teoría política que vertebra los sistemas políticos actuales. Sin embargo, existen distintas concepciones de la soberanía que coexisten en los sistemas democráticos, produciendo tensiones para la democracia. La relación entre ambos conceptos es estrecha, en la medida en que las diferentes concepciones de la democracia suelen llevar aparejadas diferentes concepciones de la soberanía. Estas tensiones son especialmente patentes en el ámbito de la Unión Europea, ya que “la relación entre democracia y soberanía se plantea en la actualidad como una cuestión que deriva de la deconstitución parcial y desigual del Estado nación soberano en la tardomodernidad” (Brown, 2015). El proceso de integración europea, sumado a otros fenómenos globales, ha provocado un cambio estructural profundo en los Estados miembros y una limitación en su capacidad de toma de decisiones. Esto es a menudo percibido como una socavación de su poder soberano, lo que implica que gran parte de los movimientos populistas en Europa sean euroescépticos o antieuropeos.

Desde la crisis económica de 2008 hasta el proceso del Brexit, la mayor parte de los conflictos dentro de la UE en la última década se han planteado en clave soberana. Las políticas decididas por las instituciones comunitarias se han cuestionado por imponerse sobre la soberanía de sus países miembros y por no contar con legitimidad democrática. Por ello, esta ponencia estudia cómo afecta la UE a la soberanía de los Estados miembros y cómo afecta también al propio contenido del concepto. Para ello, partiendo de un repaso previo sobre la historia del concepto de soberanía, se estudiarán los debates académicos sobre la influencia mutua entre la propia UE y la soberanía, y el uso de dicho concepto por parte de los actores políticos de la UE.