Cualquier propuesta para modificar las instituciones de un país está directamente vinculada a una determinada idea normativa sobre cómo ese país se ve representado políticamente a sí mismo y cuáles son los elementos cruciales para considerar legítima esa representación. En el caso español, es llamativo que en un momento considerado de grave crisis institucional, la mayor parte de los proyectos que solicitan cambios fundamentales como: (a) la modificación del sistema electoral; (b) la introducción de mecanismos de participación ciudadana en la toma de decisiones, o (c) la transformación del modelo de organización territorial, que resultan determinantes en la configuración del sistema representativo, ignoren esta reflexión previa. No obstante, siguiendo a Rosanvallon (2008), reforzar la legitimidad de nuestras democracias requiere revisar el sistema de representación que tenemos, proponiendo un discurso en el que tengan cabida instituciones representativas electorales y no electorales, que proporcionará un criterio normativo para orientar reformas institucionales concretas.   El objetivo del grupo de trabajo es analizar la manera en la que los diferentes discursos sobre la representación condicionan esas propuestas, que no se pueden diseñar únicamente esgrimiendo criterios técnicos o jurídicos. Para contribuir a realizar esta reflexión se requiere contar con trabajos que partan de la discusión teórica sobre la representación, pero también resulta imprescindible abordarlo desde una reflexión teórica sobre ella que parta de las propuestas concretas de reforma institucional que se están planteando.