Aunque las ciencias sociales llevan algunos años empeñadas en un "giro afectivo" que tiene como eje la recuperación de las emociones como objeto de estudio, es ahora cuando la realidad social parece darles definitivamente la razón. Fenómenos como el ascenso del populismo, el protagonismo del resentimiento en las reivindicaciones públicas o la emergencia de la "posverdad" en el marco creado por la nueva conversación pública digital apuntan inequívocamente hacia la relevancia de los afectos, en sentido amplio, para la vida democrática. La teoría política contemporánea está así obligada a ocuparse de ellas: de su naturaleza, su influencia sobre la subjetividad individual, sus manifestaciones políticas. Pero también debe preguntarse, descartada la posibilidad de su desaparicion, sobre el mejor modo de encauzarlas o promoverlas normativamente, dando de paso respuesta al desafío planteado por las neurociencias. Este grupo de trabajo quiere servir como espacio para esa discusión, impulsando con ello la incorporación a la ciencia política en español de una temática de la máxima relevancia y creciente actualidad. Se dará la bienvenida a trabajos de todo tipo dentro de la Teoría Política, incluidos estudios conceptuales e históricos, dada la naturaleza polifacética del objeto de estudio.