Dentro de las Relaciones civiles-militares un elemento crucial, a menudo soslayado, es la convergencia entre la sociedad y las fuerzas armadas; algo especialmente complejo en países que han transitado a la democracia desde una dictadura militar, o de fuerte presencia militar (Pion-Berlin y Martínez, 2017).

Durante décadas, el gobierno español ha expresado su pesar por la deficiente cultura de defensa de los españoles. Esta inconsistencia ha provocado una fuerte desafección pública hacia el patriotismo, la política de defensa y hacia las fuerzas armadas. Fruto de este diagnóstico, los sucesivos gobiernos españoles, desde finales de los 90, han promovido aumentar el conocimiento de los españoles en materias de defensa en la convicción que ello redundaría en un mayor apoyo a las actividades asociadas a la defensa (misiones internacionales, adquisición de nuevas capacidades, alianzas internacionales, etc.).

Nuestro grupo de investigación trabaja sobre la idea de que la cultura política de la defensa no es, como han sostenido los distintos gobiernos españoles, una construcción única. Además de que entendemos falaz la correlación entre conocimiento y respaldo, sostenemos que en España -y presumiblemente con carácter general- existen al menos cinco subtipos de cultura política de defensa (respaldo acrítico, respaldo crítico, indiferencia, rechazo crítico y rechazo acrítico).