El Estado de Libia ha sido el escenario en el que se ha desarrollado uno de los principales conflictos originados durante la ola de protestas conocida como la "Primavera Árabe". Las consecuencias de la crisis libia, que dura ya más de diez años, se han hecho sentir en toda la región.  

La Segunda Guerra Civil Libia, que comenzaría en el año 2014 y llegaría a su fin en agosto de 2020, ha sido un conflicto cuyas características han atraído a numerosos actores extranjeros provocando que este conflicto local se convirtiera rápidamente en una guerra subsidiaria a múltiples bandas. Uno de los actores centrales en este desarrollo ha sido la Federación Rusa. El estudio de la intervención rusa en Libia nos permite hacer una aproximación a la política del Kremlin para el continente africano, puesto que su actuación en este conflicto comparte numerosas características las acciones llevadas a cabo en otros países del continente como República Centroafricana, Sudán o Mali, que en los últimos años parece estarse consolidando como uno de los pilares de la política exterior rusa.