María Zambrano, ¿pensadora ecologista? La persona y su deber de habitar éticamente en el planeta

Autor principal:
Enric Luján Carbonell (Universitat de Barcelona)
Programa:
Sesión 2, Sesión 2
Día: miércoles, 7 de julio de 2021
Hora: 11:00 a 12:45
Lugar: Online

El presente artículo sugiere una filiación implícita de la pensadora española María Zambrano con un cierto ecologismo de contornos conservadores. Usando como trampolín la cuestión fundamental de su filosofía, que gira alrededor de la crisis existencial del ser humano de Occidente y la necesidad de su reencauzamiento moral, planteamos que es posible entender el concepto zambraniano de la “persona” a través de una perspectiva ecologista. Teniendo en cuenta la reflexión de “Persona y democracia” (1958), en la que la democracia” se asume como modelo de convivencia fundamentado en la ética, el modelo social que la autora tiene en mente aspira a trascender el molde institucional para apuntar a la manera que tiene el humano de habitar en el mundo. De esta manera, la “persona” moral con la que persigue sostener Zambrano su ideal democrático es una que autolimita su propia acción sobre la realidad al haber desarrollado un respeto por la alteridad (humana y no humana), que no admite reducir el ecosistema a materia indiferente. Su obra contiene, por lo tanto, una crítica explícita al antropocentrismo que concibe el planeta como un mero recurso puesto al servicio de las necesidades humanas, y que legitima al sujeto para ejercer una acción dominadora e irresponsable. La propuesta ecologista zambraniana, fundamentada en la “piedad” como forma superior del respeto, la lleva 1) a aplacar las tentativas de apropiación humana del mundo y 2) a recalcar el deber de conservar el legado heredado, sobre el que la acción irresponsable no debe tener cabida.

Palabras clave: María Zambrano, conservadurismo, ética, persona, democracia