Tras décadas de políticas urbanísticas neoliberales son numerosos los estudios que muestran tendencias hacia una mayor segregación socioespacial en las ciudades occidentales, unidas a procesos de gentrificación en determinados barrios de las mismas. Así, resulta necesario analizar estos procesos en profundidad para poder prevenir y reconducir sus consecuencias, así como para diseñar medidas y estrategias de intervención que tengan en cuenta las diversas necesidades de la población urbana.

El término “gentrificación” nace de la mano de la socióloga Ruth Glass, en 1964, cuando denunció los movimientos poblacionales que estaban ocurriendo en Londres tras la modernización de la ciudad. La gentrificación es un proceso urbano que genera movimientos entre la población urbana tras la reparación, construcción y reconstrucción, y la posterior especulación inmobiliaria, de los barrios degradados. La población con más recursos se relocaliza a estos barrios que han sido renovados, creando una subida de alquileres notable y desplazando a la población original que se caracteriza por tener un poder adquisitivo más bajo.

El objeto de estudio de este artículo serán los procesos de gentrificación desde la perspectiva de género. Mediante un “systematic review” se hará uso de distintas fuentes bibliográficas que trabajan ciertas problemáticas sobre la gentrificación y las mujeres para hacer un estudio sobre distintas teorías y contribuir a la escasa literatura sobre la gentrificación desde una visión feminista.

Así, la gentrificación no sólo es un problema de clase, sino que también de género. Mediante este artículo se pretende poner en evidencia la situación de vulnerabilidad que sufren las mujeres frente a la gentrificación y las dinámicas de resistencia que se ponen en marcha para hacer frente a estos procesos urbanos.