En Siria, como en otros países árabes, las asociaciones caritativas – por asociación caritativa entendemos todo tipo de organización no lucrativa cuyo objetivo sea socorrer y asistir a los más necesitados – han constituido históricamente el principal pilar de la acción asociativa. Este tipo de estructura representa alrededor del 60% de las iniciativas asociativas autorizadas por el Estado, lo que equivale actualmente a más de 900 asociaciones registradas en el Ministerio de Asuntos Sociales y de Trabajo. Ancladas en una fuerte tradición, tanto cristiana como musulmana, estas asociaciones son la expresión de una sociedad civil, frágil e incipiente, que lucha aún por obtener un espacio propio y una cierta autonomía en un contexto especialmente represivo y autoritario.

En este marco, ¿podemos considerar a las asociaciones caritativas, en tanto que actores integrantes de la sociedad civil siria, como un motor de cambio político? La presente ponencia pretende aportar una respuesta a dicha pregunta. Veremos que la acción de las asociaciones caritativas, a priori apolítica y no contestataria, contribuye a redefinir el antiguo pacto social contraído entre el régimen y la sociedad siria y a remodelar, a través de su práctica cotidiana, las relaciones pre-existentes entre el Estado y los actores no-estatales, fortaleciendo así la posición de estos últimos frente al régimen.