Los teóricos de las Relaciones Internacionales han tratado de presentar una serie de autores, como puedan ser Sun Tzu, Tucídides, Han Feizi, Maquiavelo, Hobbes, Nietzsche o Weber como principales inspiradores de la tradición de pensamiento político conocida como “realismo”. Sin embargo, desde la óptica de la investigación en torno al pensamiento de los autores resulta en muchos casos contraproducente tratar de analizarlos partiendo de la óptica de esta tradición interpretativa, en tanto que la misma se convierte en una jaula conceptual que no nos permite acceder con rigor a las profundidades de su pensamiento.

Partiendo de esta idea, la presente ponencia trata de ser un breve acercamiento en primer lugar a cómo se ha construido históricamente el concepto de realismo, y de que modo han sido integradas en él las aportaciones de los clásicos de la Teoría Política, en especial Maquiavelo. Seguidamente abordaremos cómo en torno a la figura de este último se han establecido una serie de lugares comunes que generalmente lo han vinculado incondicionalmente con la tradición realista, algo que autores contemporáneos como Maurizio Viroli, pero también figuras históricas como Napoleón Bonaparte, podrían matizar por diferentes razones. En tercer lugar, trataremos la relevancia y el lugar del autor florentino en el debate entre E. H. Carr y Hans J. Morgenthau, y como ambos, vinculándose a la tradición realista en mayor o menos medida, polemizaron en relación con el lugar de la moral en el ámbito de las Relaciones Internacionales. Por último, veremos hasta que punto acercarnos con rigor a la obra de un clásico de la teoría política renacentista puede servirnos o no para participar de debates contemporáneos relativos a las relaciones entre estados, haciendo especial hincapié en torno a cómo el contexto institucional y sus dinámicas de cambio pueden afectar a nuestra reflexión en torno al papel de la moral en el ámbito internacional.