Desde que Michel Foucault acuñara la noción de «empresario de sí» para definir la subjetividad neoliberal, se han llevado a cabo muchos estudios con el fin de desarrollar y actualizar su análisis, pero sobre todo con el objetivo de definir, de forma rigurosa y precisa, esa clase de subjetivación. De todos esos estudios, pueden entresacarse tres conceptos que agrupan a sus distintos autores y que son los de empresa, deuda y reto o desafío. El concepto de empresa, que lleva aparejado el análisis más continuista con la obra de Foucault, tiene a Pierre Dardot y a Christian Laval entre sus máximos exponentes, quienes han ofrecido resúmenes muy importantes y sugerentes acerca del empresario de sí, aunque insuficientes en cuanto a la actualización del concepto. Respecto a este problema, Wendy Brown ha señalado que el concepto de empresario de sí ha de ser presentado, en nuestro tiempo, como un inversor de sí, dado que la financiarización de la economía en el capitalismo tardío también habría afectado a la subjetividad. En cuanto a la noción de deuda, las obras de Maurizio Lazzarato y de Elettra Stimilli nos ofrecen dos caracterizaciones de la subjetividad neoliberal que, apoyándose en la noción de empresa, terminarían superándola. Con un fondo teológico-político entresacado del Nietzsche de La genealogía de la moral, donde se vinculan deuda y culpa, Lazzarato y Stimilli —que escriben en el contexto de la crisis económica de 2007— dibujan un sujeto que tiene que estar constantemente solventando las deudas que contrae consigo y con los otros, lo que termina modificando la noción de gubernamentalidad neoliberal en que se basaban los estudios foucaultianos: ahora, el régimen de la deuda estaría desatando una crisis del discurso del empresario de sí para devolvernos su parte más disciplinaria, con lo que la culpa, el sacrificio y la disciplina se convierten en conceptos clave de este tipo de subjetividad. Por último, el sujeto neoliberal se ha definido a partir del concepto de reto o desafío, caracterización que podemos encontrar en las obras de Rafael Sánchez Ferlosio y Antonio Valdecantos y que pone el acento en la parte deportiva del mismo: el sujeto del desafío es alguien que concibe su vida como un reto y que se está retando constantemente a sí mismo, lo que le permite concebir sus experiencias como transgresoras empresas en pequeño, sin que ello evite la posibilidad de que el reto termine fracasando y tenga que desempolvarse el discurso disciplinario de la víctima o de la responsabilidad. En resumen, los tres conceptos de empresa, deuda y desafío nos proporcionan una buena caja de herramientas con que trabajar a la hora de intentar comprender la técnica de sí que impone el neoliberalismo.