La presente ponencia pretende analizar la actual situación en las relaciones exteriores entre España, Marruecos, Argelia y el Frente Polisario y su impacto en la geopolítica del norte de África a raíz del cambio histórico de postura del pasado viernes 18 de marzo, cuando se hace pública parte de una carta que mando Madrid a Rabat apoyando al plan de autonomía marroquí sobre el Sahara Occidental, describiéndolo como "la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa". Este acontecimiento ha venido a agravar una crisis latente en el Magreb representada en la pugna entre Argelia, junto con el Frente Polisario, y Marruecos.

Esta decisión ha sido tomada por una parte del gobierno de forma bilateral, sin debate, ni consulta, ni siquiera con los socios de gobiernos, y que salió a la luz porque Marruecos la dio a conocer a los medios de comunicación y luego se confirmó por parte del gobierno español. La carta no ha sido publicada hasta el pasado día 23 de marzo.  No obstante, el proceso fue de negociación fue bastante opaco. Es cierto que en las cuestiones delicadas de política exterior la transparencia se suele sacrificar para no perjudicar las negociaciones y así lograr acuerdos. No obstante, la sorpresa ha sido generalizada y sin duda, todavía hay muchas incógnitas que resolver, ya que quedan movimientos por observar. Por lo pronto, se ha producido un descontento muy amplio dentro de España, el plan de autonomía de Marruecos parece que va ganando cada vez más apoyos en EE.UU y en los países europeos (véase Francia, Alemania y ahora España, Argelia, principal suministrador de gas a España, ha retirado a su embajador del país, (todavía no se sabe si es una acción de cara a la galería o con vistas a tomar acciones más duras), China se ha posicionado a favor de Argelia, Italia mantiene su apoyo a Argelia con la intención de lograr el paso del gas, la guerra en el Sahara Occidental no ha parado y no hay indicios que lo vaya hacer. A esto hay que sumar que la ONU ha recordado que la solución tiene que ser mutuamente aceptable, lo cual ha provocado que el Ministro de Asuntos Exteriores de España, en la reunión de 21 de marzo con el enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, haya intentado corregir ligeramente para trasladar que la carta no significa un abandono de España de la hoja de ruta de Naciones Unidas.

En base a todo lo anterior, se pretende contextualizar esta situación en el marco actual de crisis por la guerra de Ucrania, el desabastecimiento energético, la situación de guerra del Sahara Occidental y la tensión entre Marruecos y Argelia que viene escalando desde 2020.