No es secreto para nadie que el bipartidismo ha muerto. Con muy pocas excepciones y fuertemente condicionadas por el sistema electoral, a lo largo y ancho de Europa los sistemas de partidos han mutado en un multipartidismo más o menos pluralista según el caso en cuestión. Esto obliga a las grandes familias de partidos a buscar nuevos aliados si quieren mantener el poder. En la búsqueda de aliados, los Partidos de la Izquierda Radical (RLP) son una opción para la socialdemocracia.

Sin embargo, no está claro qué supone para esto partidos entrar a gobernar, puesto que, debido a la correlación de fuerzas, las posibilidades de alcanzar sus metas políticas son bastante escasas. Es por ello que el objetivo de este trabajo es estimar, en base a algunos casos empíricos, los efectos para los RLP de la entrada a gobernar en minoría junto a los partidos socialdemócratas.