La gobernanza se ha convertido en las últimas décadas en un elemento fundamental para el éxito del desarrollo turístico. La complejidad de los destinos turísticos, muy especialmente de los destinos urbanos, con actores muy diversos, con intereses y necesidades a veces contrapuestos, y la convivencia de la actividad turística con el resto de usos del espacio urbano, hace necesaria la colaboración de todos los grupos de interés, muy especialmente de la población local, en el diseño e implementación de las políticas turísticas.

El trabajo presenta el caso de estudio de Barcelona, uno de los destinos urbanos más importantes a nivel mundial. A pesar del éxito alcanzado por la ciudad en volumen de llegadas internacionales y la importante contribución del turismo en la economía local, la actividad turística genera importantes impactos negativos desde el punto de vista económico, sociocultural y medioambiental. En los años previos a la pandemia producida por la COVID-19 aparecieron en la ciudad, al igual que en otros destinos urbanos europeos, algunos movimientos de rechazo de los ciudadanos hacia el turismo, de manera que este asunto se convirtió en un asunto a incorporar en la agenda política relacionada con turismo. El presente trabajo presenta por un lado los diversos canales de participación ciudadana utilizados para la elaboración del Plan Estratégico de Barcelona 2020 y por otro los diferentes canales de participación ciudadana creados a partir de dicho plan.  A partir de dicho análisis se identifican las buenas prácticas que pueden ser útiles a los gestores de otros destinos turísticos a nivel mundial.