El desarrollo de capacidades es fundamental para garantizar la apropiación de los planes de desarrollo, las políticas públicas y la gestión eficaz de los recursos; para mejorar la capacidad de absorción de los países en la ejecución de políticas y programas, incluidos los que se encuentran después de una crisis humanitaria; para mantener y / o reconstruir instituciones nacionales efectivas; para empoderar a las comunidades y la sociedad civil; y para ampliar y mantener el progreso a lo largo del tiempo. El Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE define capacidad como la "capacidad de las personas, las organizaciones y la sociedad en su conjunto para gestionar sus asuntos con éxito"; y el desarrollo de capacidad se entiende como el "proceso mediante el cual las personas, las organizaciones y la sociedad en su conjunto liberan, fortalecen, crean, adaptan y mantienen la capacidad a lo largo del tiempo".

El desarrollo de capacidades está alineado con la Declaración de París sobre la Eficacia de la Ayuda (Paris Declaration on Aid Effectiveness), así como con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Según las agencias de las Naciones Unidas, el desarrollo de capacidades, junto con el diálogo sobre políticas y el fortalecimiento del sistema institucional, es un componente importante de la estrategia de cambio. El desarrollo de capacidades en los países en que se ejecutan programas es una función básica del sistema de las Naciones Unidas, y la Asamblea General, en sus resoluciones, durante los dos últimos decenios, ha destacado sistemáticamente la importancia del desarrollo de capacidades para lograr los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente. La resolución 67/226 pidió, entre otras cosas, que el sistema de las Naciones Unidas apoye el desarrollo de capacidades nacionales para la planificación del desarrollo, la recopilación y análisis de datos, la implementación, la presentación de informes y el seguimiento y la evaluación. También pidió medidas para asegurar la sostenibilidad de las acciones para el desarrollo de capacidades mediante el uso de los sistemas y las capacidades nacionales en la mayor medida posible.

Hay varias formas de dar significado al término “capacidad” y de dar algunas respuestas a estas preguntas. El PNUD, por ejemplo, especifica tres puntos en los que se desarrolla y se nutre la capacidad: en un entorno propicio, en las organizaciones y en los individuos. Identifica cuatro cuestiones centrales que influyen en el desarrollo de capacidades - arreglos institucionales, liderazgo, conocimiento y rendición de cuentas - y 5 capacidades funcionales - involucrar a los actores clave; analizar una problemática social; formular políticas y estrategias; presupuestar, gestionar e implementar; y evaluar.

El Centro Europeo para la Gestión de Políticas de Desarrollo (ECDPM)  distingue entre “competencias individuales” (la capacidad de un individuo para hacer algo) y “capacidades colectivas” (las habilidades de un grupo, organización o sistema para llevar a cabo una función). Estos interactúan con el contexto para crear "capacidad de sistema" (la capacidad general de un sistema para hacer una contribución). El ECDPM también identifica cinco capacidades centrales que pueden definirse con más detalle en contextos específicos: comprometerse y participar, realizar tareas, construir relaciones y atraer recursos, adaptarse y renovarse y encontrar un equilibrio entre coherencia y diversidad.

Independientemente de cuál de estos u otros enfoques se utilice, es fundamental que entender qué se busca en términos de capacidad y sea utilizado como base para identificar actividades que ayudarán a fomentar su desarrollo, en lugar de asumir que ciertos mecanismos aumentará automáticamente la capacidad.

La ponencia presentará los resultados del trabajo de investigación del autor sobre la creación de capacidad estatal en las políticas de desarrollo y cómo se integran y son parte de las evaluaciones de las políticas y programas. Para ello, el corpus teórico se aplicará al trabajo de tres agencias de Naciones Unidas (PNUD, UNFPA y UNICEF) con intervenciones de desarrollo de capacidades realizadas en países en desarrollo en los últimos cinco años. La hipótesis es que los esfuerzos de desarrollo de capacidades pueden producir mejores resultados en términos de aceptación, seguimiento y sostenibilidad de los programas, solo si se planifican, implementan y miden cuidadosamente de manera selectiva, sucesiva e integral. Este estudio en el que se enmarca la ponencia aplica técnicas tanto cuantitativas como cualitativas, pero no experimentales. Además, y con el fin de proporcionar la imagen más realista posible, esta investigación utiliza la observación de las formaciones y las visitas in situ a los destinatarios de las intervenciones de creación de capacidad y los beneficiarios.