La figura del rey emérito, Juan Carlos de Borbón, ha sido un elemento determinante de la política española contemporánea. Durante los 38 años de su reinado (1975-2014) asumió la jefatura del Estado en momentos transcendentales para la actual sociedad española, destacándose los primeros años que coincidieron con el proceso de transición democrática. El papel que jugó durante dicho proceso permitió, a la figura de D. Juan Carlos como monarca, adquirir un gran valor institucional, de tal modo que todos los planteamientos posteriores sobre la transición asumieron que sin su actuación personal no se habría culminado el paso hacia la democracia. En contraste con esto, las consecuencias políticas de la crisis de 2008 y los escándalos vinculados a la Casa Real durante la década de los 2010 coincidieron con una disminución de confianza pública en la monarquía, lo que derivó en su abdicación en 2014. Finalmente, en 2020, motivado por dichos escándalos, D. Juan Carlos saldría del país en dirección a los Emiratos Árabes Unidos. Teniendo en cuenta esta serie de circunstancias, la presente ponencia pretende analizar, desde una lectura emocional de la política, si estos hechos han influido y cómo, en el apoyo público a la figura del rey emérito.