No resultaría novedoso afirmar que la desigualdad entre hombres y mujeres, junto con los roles y estereotipos asociados socioculturalmente a cada sexo, han ejercido históricamente una influencia que atraviesa los diferentes ámbitos en los que tiene lugar el desarrollo de la vida de las mujeres.

Precisamente, el trabajo de cuidados no remunerado ha sido y continúa siendo asociado a las mujeres, lo cual genera inevitablemente importantes desigualdades en los distintos ámbitos de la vida de las mujeres, restricciones en el ejercicio de la ciudadanía, y una clara injusticia económica. 

Este análisis pretende visualizar cuáles fueron los comienzos del reconocimiento de la igualdad de oportunidades en Uruguay, partiendo del reconocimiento de normas internacionales, hasta la aprobación de normas nacionales que regulan la materia y reconocen formalmente la igualdad. Analizando puntualmente, los cuidados con enfoque de género, el régimen jurídico de los cuidados, y la política pública de cuidados en Uruguay, un escenario que ha cobrado gran visibilidad en la última década, que ha sido recientemente regulado, y que es de suma importancia para lograr una igualdad sustantiva y efectiva.

Se destaca la importancia y trascendencia de concebir la igualdad desde su dimensión transformativa, adoptando la perspectiva de género como eje transversal en la elaboración, aplicación, supervisión y evaluación de las normas, políticas públicas, acciones y programas, con el objetivo de lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Y así, buscar alcanzar que tanto las leyes como las políticas públicas puedan pasar de una igualdad formal a una igualdad real y efectiva, y no que simplemente queden plasmadas en textos.