En los últimos años, las administraciones públicas han sufrido profundos cambios motivados por una acelerada motorización legislativa en una sociedad cada vez más plural y diversa. En el ámbito local, la posibilidad de adaptación a tales cambios resulta más costosa, por lo que los resultados esperados con las reformas operadas no han satisfecho las pretensiones fijadas de inicio. En este sentido, se ha puesto el foco de atención en el qué y en el cómo se deben diseñar las políticas y prestar los servicios públicos, pero no tanto en el para qué se su proceder, obviando la clara función democrática que cumplen nuestras instituciones. Así, uno de los conceptos básicos que están apareciendo en la normativa es el de “trazabilidad”, entendida como la secuencia de procedimientos que permiten seguir el proceso de evolución de un resultado en cada una de sus etapas hasta llegar al objetivo pretendido, siendo un componente esencial en el ejercicio de fiscalización y control realizado por las distintas organizaciones públicas. Esta investigación tiene por objetivo desgranar la importancia que tiene la trazabilidad en la actuación presente y futura de nuestras administraciones públicas (en especial, en el ámbito local), para conseguir que la gestión pública sea democrática e innovadora ante los desafíos multidimensionales a los que hay que hacer frente. La Unión Europea ha marcado un camino que, si bien puede mejorar sustancialmente la actuación pública, implica un reto de gran envergadura para el inframunicipalismo en España.