Desafíos de la ciencia política en el siglo XXI: Antropoceno, desigualdad, transnacionalización y mercantilización.

Autor principal:
Natalia Millán (Universidad Complutense de Madrid)
Programa:
Sesión 2, Sesión 2
Día: miércoles, 7 de julio de 2021
Hora: 11:00 a 12:45
Lugar: Online

Al momento de presentar este artículo, la mayor parte de las sociedades del planeta se encuentran sumidas en una profunda crisis sanitaria, social, económica y política derivada de la pandemia de la COVID 19. Se trata de una crisis que está afectando todos los ámbitos de las organizaciones humanas, con severas consecuencias en la salud física y emocional de una significativa parte de la humanidad. Ahora bien, esta no es ni la primera ni la única crisis que experimenta el modelo de desarrollo imperante, dado que se ha configurado un sistema de organización humana cuya propia dinámica está abocada a la creación sistemática de procesos de exclusión y violencia estructural sobre las vidas de millones de seres humanos.

Así, la pobreza, la desigualdad, las violaciones de derechos humanos, la pérdida de biodiversidad, la degradación ambiental y el cambio climático son sólo algunos ejemplos de cómo los procesos capitalistas de mercantilización, producción y consumo a escala global generan consustancialmente una serie de violencias y jerarquías estructurales que están poniendo en peligro la vida de miles de millones de seres vivos y la propia supervivencia de la especie humana sobre la tierra. En definitiva, este trabajo parte de la premisa de que el sistema economicista hegemónico está produciendo una verdadera crisis civilizatoria que nos obliga a reflexionar sobre el papel de las disciplinas académicas en la búsqueda y promoción de soluciones compartidas a este momento crítico de la evolución de nuestras sociedades.  

En este sentido, cabe destacar, que la visión racionalista, objetivista, positivista y empirista que ha asumido la ciencia política desde sus orígenes no es necesariamente parte del proceso “natural” de la evolución de una disciplina académica sino una apuesta política por construir una ciencia social convergente con los modelos de desarrollo y organización hegemónicos. En este marco, el artículo reflexiona sobre los desafíos epistemológicos que tiene la ciencia politica y cómo desde esta disciplina se puede dar respuesta a la crisis civilizatoria y de sostenibilidad que carateriza al sistema contemporáneo.   

A partir de estas breves reflexiones, el artículo reflexiona sobre cinco elementos que se erigen como cardinales para la reconfiguración epistemológica y ontológica del estudio de la ciencia política en clave de sostenibilidad y que estructuran el capítulo que se presenta:

Trascender el paradigma sujeto/objeto para asumir una visión reflectivista de la realidad social

El paradigma reflectivista asume que la realidad es una construcción social que no existe de manera independiente del sujeto que la analiza y, por tanto, hay una relación dinámica y cambiante entre el sujeto y el objeto de estudio. En este sentido, y como se ha explicado anteriormente, es necesario asumir la concepción filosófica de que no existe una realidad inmutable y separada de la observación, sino que por el contrario el estudio de la ciencia política está determinado por la relación de las y los investigadores con los fenómenos políticos y que esta relación es bidireccional, multicausal y compleja.

Superar la visión de los seres humanos como actores duales donde existe una separación entre mente, emoción y cuerpo.

Tanto desde la ciencia política como desde diversos estudios científicos de otros saberes académicos, especialmente las neurociencias la biología y la psicoinmunología, se ha establecido que existe una conexión permanente y sistemática entre las zonas racionales, límbicas y atávicas de la conciencia humana y que la mayoría de las decisiones que los actores toman están ubicadas en las zonas inconscientes del cerebro. En otras palabras, para estudiar los comportamientos y decisiones políticas es necesario incorporar a la práctica académica una visión holística del ser humano donde se analice la importancia de las emociones, el cuerpo y las estructuras inconscientes como partes ineludibles del análisis de los comportamientos políticos.

Una concepción biocéntrica de las sociedades humanas y su relación con la naturaleza.

La crisis civilizatoria en la que se encuentran las sociedades se relaciona directamente con la concepción antropocéntrica occidental basada en el principio de que somos una especie superior; además, esta visión entiende que la naturaleza y todos los seres que forman parte su metabolismo son meros instrumentos al servicio del crecimiento económico y el bienestar de las sociedades humanas. Estas narrativas no parecen encontrar sustento en la evidencia científica que entiende que la especie humana es profundamente dependiente del metabolismo amplio y complejo que es el planeta Tierra. En tal sentido, parece fundamental asumir desde la ciencia política la necesidad de desarrollar teorías, saberes y prácticas que se orienten a promover acciones que se encuentren en armonía y convergencia con los procesos naturales del planeta, asumiéndonos como una especie más entre una amplísima biodiversidad terrestre. Esta perspectiva no sólo parte de una ética ambiental y humana (al pretender eliminar el sufrimiento de miles de millones de seres vivos) sino que es un camino hacia el desarrollo de políticas de sostenibilidad que nos permitan proteger las vidas de todas las especies de la tierra.

Perspectiva crítica hacia los sistemas hegemónicos patriarcales, coloniales y mercantilistas.

Una parte significativa de las doctrinas que se desarrollan en la Ciencia Política reproduce la visión hegemónica protagonizada principalmente por varones occidentales blancos, de clases medias y altas que suelen caracterizar la experiencia de Occidente como la una experiencia universal. En este sentido, es necesario incorporar toda una serie de teorías críticas relacionadas con los feminismos y las teorías decoloniales (entre otras) que ya están presentes, aunque de manera periférica, en el estudio de la Ciencia Política. Por ello, es necesario desvelar que se trata de conocimientos situados que conllevan un relato y una cosmovisión hegemónica. Además, se vuelve necesario incorporar estas otras cosmovisiones y epistemologías para generar un saber plural, complejo y conflictivo que permita desarrollar una perspectiva crítica y multidisciplinar de la ciencia política.

Superación de la visión estatocéntrica de los fenómenos políticos.

 Los fenómenos sociales y políticos no se limitan y circunscriben al ámbito del Estado Nación. Teniendo en cuenta la profundización de la dinámica globalizadora desde la década de los ochenta, especialmente en el ámbito financiero del capitalismo, la evidencia empírica parece demostrar que los fenómenos globales son cada vez más fundamentales para entender las dinámicas sociales y que las fronteras entre las políticas domésticas e internacionales son cada vez más difusas y porosas. En tal sentido, es necesario incorporar esta dimensión interméstica (Evans, 1993) de la dinámica política, comprendiendo que los fenómenos de transnacionalización, interdependencia y globalización imbrican y transforman las políticas públicas y las dinámicas locales.

Pare terminar, cabe destacar que estos cinco elementos no agotan los desafíos epistemológicos de la disciplina, múltiples y variados, y que tienen relación directa con la superación de paradigmas restringidos y unidimensionales para abordar los retos del análisis político en la contemporaneidad. En este sentido, es importante recordar que han sido dos los compromisos que estimulan estos planteamientos para un nuevo estudio de la Ciencia Política: en primer lugar, la necesidad de adaptar el estudio de la disciplina a los desafíos de la época contemporánea incorporando los procesos del enfoque holístico, la reflectividad, la transnacionalización y el biocentrismo. En segundo lugar, teniendo en cuenta la crisis civilizatoria mencionada anteriormente, es imperativo desarrollar una ciencia política que pueda aportar visiones y propuestas para configurar sociedades equitativas, pacíficas, justas y sostenibles, que nos permitan transformar el modelo de desarrollo actual y avanzar hacia un sistema humano y armónico con todos los seres que habitan este único planeta tierra.

Palabras clave: Ciencia política, antropoceno, epistemologia, mercantilización