El Gobierno Abierto es una cultura de gobernanza que promueve los principios de transparencia, integridad, rendición de cuentas y participación de las partes interesadas en apoyo de la democracia y el crecimiento inclusivo. En consecuencia, los Planes de Gobierno Abierto adoptados por los Ejecutivos se consideran política palanca para alcanzar los Objetivos para el desarrollo de las Naciones Unidas, en concreto el ODS 16 (paz, justicia e instituciones sólidas), a la par que constituyen un acelerador para la consolidación de la democracia.

El objetivo último es lograr que las Administraciones Públicas actúen con transparencia, fomenten la colaboración y la participación ciudadana, rindan cuentas como requisitos insoslayables de una democracia avanzada. Para conseguir este objetivo, se ha establecido un sistema de planes de acción a través de los cuales se persigue avanzar en la implementación del Gobierno Abierto.

Ante este escenario surgen una pluralidad de interrogantes de cómo cohonestar esta determinación institucional con las características y necesidades de los servicios de inteligencia. En este sentido, la apuesta por una "cultura de Inteligencia", cuyo objetivo prioritario sería el de dar a conocer la labor de dicha institución, su funcionamiento, la legislación que lo regula y su contribución fundamental a garantizar la seguridad del Estado y, sobre todo, su vocación de servicio, podría ser la fórmula que permita conjugar dichos objetivos.

Cuestiones todas abocadas a convertirse en un campo más de estudio, reflexión e investigación que profundicen en los asuntos de Inteligencia y Gobierno abierto, que den lugar a un debate intelectual del que también se beneficiará el Servicio de Inteligencia en particular y la Administración Pública y la sociedad en general.