La siguiente ponencia responde a la pregunta de cómo los ecosistemas de cuidados pueden constituirse en una alternativa al actual modelo de gobernanza de los cuidados desde lo local, tomando como marco de referencia la CAE. Esta ponencia responde a la lógica de dos proyectos de investigación, por un lado, el proyecto La respuesta de los servicios sociales a los nuevos riesgos desde el paradigma de la Inversión Social (INVESSOC), liderado por Miguel Laparra, y, por otro lado, una tesis doctoral en desarrollo.

Los antecedentes de la siguiente ponencia se encuentran dentro de las sociedades contemporáneas, las cuales destacan por su liquidez, por la falta de delimitación de sus estructuras, y por la necesidad de replantear nuevas formas de relacionar al individuo en la política, en un contexto de crisis de los cuidados (Pérez-Orozco, 2006). Los cambios dados en las sociedades han creado nuevos riesgos sociales, riesgos más asociados a los “selfs” de las personas, al individuo, perdiendo, en parte, el carácter colectivo que tenían antes. La relación y demanda del individuo hacia la política cambia, por lo que, el sentido de las políticas debe de cambiar; desde políticas más generales, a políticas centradas en las personas o en el “self-centred”, en donde la desregulación de los sistemas de protección creé esquemas selectivos, diversificados y orientados a objetivos determinados (Herrera-Gómez, 2001; Navarro y Gabaldón, 2017).

En este contexto de creciente complejidad, los ecosistemas de cuidados pueden presentarse como clave a la hora de establecer este nuevo marco para la gobernanza del sistema de bienestar. No obstante, el concepto mismo de “ecosistema” sigue siendo vago en su origen, debido a un vacío conceptual. Esto implica la necesidad de conocer qué es un ecosistema de cuidados, tomando el cuidado como concepto analítico, tal y como impulsan Daly y Lewis (2002); dotándolo de carácter abstracto y político, para su función de guía en las políticas públicas. Son dos las principales razones por la que los ecosistemas de cuidados adoptan tal importancia. Por un lado, debido al marco de cercanía que requieren este tipo de sistemas, en donde el espacio local y/o comarcal posibilita la centralidad del individuo. Y, por otro lado, por el marco que crean los ecosistemas de cuidados para hacer partícipe al individuo en la toma de decisiones políticas, también conocido como Co-gobernanza (Pestoff, 2014); aspecto que adopta mayor importancia en un contexto en donde la ciudadanía contempla la esfera política y pública más lejana a su ser (Innerarity, 2019), obstaculizando así la necesaria legitimidad e identificación hacia el sistema.

Bibliografía:

• Daly, M., & Lewis, J. (2000). The concept of social care and the analysis of contemporary welfare states.The British journal of sociology, 51(2), 281-298.
• Herrera Gómez, M. (2001). Las políticas sociales en el Welfare Mix.Revista española de investigaciones sociológicas, 96, 71-94.
• Innerarity, D. (2019). Una teoría de la democracia compleja. Galaxia Gutenberg.
• J. y Gabaldón, D. (2017). Tercer Sector: De invitado a imprescindible en la gestión de bienestar. Opción, 2017, vol. 33, núm. 82, 417-449.
• Pérez-Orozco, A. (2006). Amenaza tormenta: la crisis de los cuidados y la reorganización del sistema económico. Revista de economía crítica, (5), 8-37.
• Pestoff, V. (2014). Collective Action and the Sustainability of Co-Production, Public Management Review, 16:3, 383-401.