Las plataformas e infraestructuras digitales se han vuelto cada vez más estratégicas para la economía mundial y para la distribución de los recursos urbanos. Un nuevo eje de desigualdad ha emergido en torno a las asimetrías en el control de los datos y de las infraestructuras digitales a medida que estas han devenido un ámbito de concentración de propiedad y poder privado. Frente a este desarrollo, las agendas políticas se debaten entre nuevos marcos regulatorios, leyes anti-monopolio y propuestas más ambiciosas de nacionalización/socialización. Mientras se desarrollan estos debates, la construcción de contra-infraestructuras digitales públicas y comunitarias se erige como una estrategia de contra-poder en el aquí y ahora. La ponencia analizará esta estrategia en relación al sector de la vivienda y a iniciativas municipalistas e inquilinas en la ciudad de Barcelona. Frente a la opacidad en la que opera la propiedad inmobiliaria y a la influencia de plataformas como Idealista y Airbnb, un observatorio de vivienda metropolitano, una herramienta de colaboración ciudadana en la identificación de pisos turísticos ilegales y una base de datos compartida entre organizaciones inquilinas, encarnan la idea de la contra-infraestructura digital como nuevo eje estratégico de intervención contra la apropiación privada de la ciudad.