Hasta la fecha, la transparencia se ha entendido de una determinada manera: como un componente esencial de la calidad de los sistemas políticos y como un valor político y ciudadano fundamental. Sin embargo, la intención de esta comunicación es repensarla. Así pues, esta comunicación pretende mostrar una forma de trabajar un objeto de investigación desde una perspectiva nueva y que no ha merecido suficiente atención. La ponencia pretende identificar los elementos canónicos del concepto de transparencia, “reproblematizarlo” de una manera diferente, establecer unos objetivos de acuerdo con esta nueva aproximación y plantear modelos de análisis alternativos.

La transparencia, en lo que se refiere a los ciudadanos pretende generar en estos un aumento de la confianza en las instituciones políticas a través de una mejora en la comprensibilidad de las decisiones, que permitirá a su vez un incremento de la responsabilidad, una mayor la participación y mayor rendimiento de cuentas. Este aumento de la confianza generará, consecuentemente, un incremento de la legitimidad del sistema.

Todos los trabajos parten de una demanda ciudadana "inespecífica" y de una concepción positiva u optimista de los individuos. Sin embargo, dada la posibilidad de un origen “punitivo” de la demanda de transparencia, es posible que la integración teórica de los ciudadanos en la ecuación implique que se pueden alcanzar otros objetivos que no tienen porque ser los de aumentar la confianza. Al contrario, es posible que el "motor" de la demanda de transparencia sea la desconfianza. Por ello, la mayor parte de los resultados publicados hasta la fecha no son concluyentes respecto a los efectos y, particularmente, sobre la confianza.

El presente trabajo trata de aportar luz a este debate a partir del análisis teórico y de la evidencia empírica que aportan una serie de encuestas ciudadanas en relación con la demanda de transparencia y sus relaciones con la confianza.