Este trabajo pretende profundizar en los elementos que influyen en que los nuevos partidos decidan participar, o no, en la formación de coaliciones pre-electorales. Planteando que el proceso de institucionalización de estos nuevos actores genera necesidades especificas que determinan su actitud frente a otros partidos y la posibilidad de coordinación. En este sentido las diferentes dimensiones del fenómeno institucionalización afectarían de formas diversas a la necesidad de coaligar. Por un lado, la necesidad de generar una identidad propia reconocida externamente sería proclive a la competición o absorción de fuerzas menores, siempre buscando visibilizarse como un nuevo actor y preservar su marca. Por otro lado, la necesidad de generar y controlar una estructura nueva puede hacer atractivo apoyarse en otras organizaciones, elemento muy condicionado por el origen del nuevo partido (rooted, entrepeneurial...). Para analizar este fenómeno se comparará la evolución de Podemos y su coalición en Unidas Podemos, con Más País.