El objetivo de esta ponencia consiste en explorar la concepción opuesta de movilización política de las mujeres promovida desde el feminismo y desde el marxismo. De este modo, se trazará un recorrido histórico que irá desde Seneca Falls hasta la Segunda Ola, comparando la actividad feminista con la del movimiento obrero y el movimiento comunista. Tras dibujar este esbozo histórico, se identificarán dos modalidades de movilización diferenciadas: el feminismo incita a las mujeres a participar en la vida política en función de su identidad de género, mientras que el marxismo apela a la clase como vector de movilización.

A continuación, se dará una respuesta, recurriendo a la naturaleza intrínseca de movilización de masas de la sociedad burguesa y a los diferentes estadios que el capitalismo ha atravesado a lo largo de su historia, a la cuestión de por qué el movimiento feminista ha logrado arrastrar a mujeres obreras. Es decir, se expondrán las razones que explican que el feminismo haya experimentado una mutación desde una raigambre ostensiblemente burguesa (1848-1914) hasta la posibilidad de trascender unas barreras de clase (1960-actualidad) que se habían mostrado insuperables en el pasado.

Finalmente, se desentrañarán las causas de la paradójica alianza entre marxismo y feminismo que, en el plano teórico, viene manifestándose desde 1970 (pero que tiene un sustrato histórico más hondo). Las raíces que subyacen a este compromiso se descubrirán, fundamentalmente, en la crisis que el marxismo padece desde esa misma década, que han dado pie a la infiltración masiva de teorías ajenas en su clásico cuerpo doctrinal.

La ponencia se enmarca en la línea temática sobre “Género, métodos y dinámicas de resistencia”.