Octubre de 2018 marcó un antes y un después para las sobrevivientes de violencia sexual durante la guerra de Kosovo: por primera vez, coincidiendo con la entrega del Premio Nobel de la Paz a Denis Mukwege y Nadia Murad, y bajo el giro de la mirada global hacia este crimen, una sobreviviente apareció en televisión ofreciendo el testimonio de sus vivencias, haciendo pública, así, la experiencia de hasta 20,000 personas. Inmersas en un tabú social y político, éstas han vivido desde hace más de dos décadas en un inescrutable silencio individual y colectivo. Sin embargo, la experiencia colectiva –y diversa– de las sobrevivientes ya no es silenciada; tiene voz. A lo largo de los años, se han desdibujado cada vez más los límites entre el silencio y el no silencio, ofreciendo así visibilidad a los espacios liminales que existen dentro de esta dicotomía. Esta liminalidad ha sido el campo de actividad de un puñado de organizaciones de mujeres que han trabajado desde el final de la guerra con y en la defensa de los derechos y el bienestar de las sobrevivientes, manteniendo un silencio consciente para proteger sus identidades y vidas, pero al mismo tiempo expresando sus necesidades y derechos, moviéndose asín meticulosamente por los diversos espacios liminales entre el silencio y el no silencio, o las distintas gradaciones de voz, según el contexto sociopolítico y la necesidad de las sobrevivientes en cada momento. Este activismo liminal, basado en elegir meticulosamente cómo actuar en público o en privado, expresar o silenciar, o moverse a través de los diversos espacios intermedios en cada momento, ha demostrado ser una dinámica de resistencia –colectiva– para las sobrevivientes. Este paper tiene como objetivo identificar las características principales de las interacciones entre el silencio y el no-silencio en relación con el papel político y las dinámicas de resistencia colectiva de las sobrevivientes en Kosovo, respondiendo a preguntas como: ¿Cuáles son las características principales de los espacios liminales entre el silencio y el no silencio? ¿Cuál ha sido el trabajo de las organizaciones de mujeres detrás de este silencio? ¿Hasta qué punto ha sido el silencio una estrategia? Y, ¿cuáles son las dinámicas de poder que se han desarrollado tanto dentro del silencio como del no silencio, y en los espacios de liminalidad?