Los ataques terroristas de naturaleza yihadista perpetrados el 11 de marzo de 2004 contra la red de trenes de cercanías de Madrid conmocionaron a la sociedad española. Supusieron uno de los momentos más críticos para la democracia desde la Transición porque, además del impacto humano directo por el elevado número de víctimas mortales y heridas, movilizaron a buena parte de la ciudadanía, primero en repulsa de la violencia, y luego como crítica dirigida hacia el gobierno por su gestión de la crisis. Así, la crisis de seguridad devino en una severa crisis política en vísperas de las novenas elecciones generales, que se resolvieron con un “vuelco electoral” que llevó al triunfo al partido de la oposición. Si bien, esta crisis provocó de manera concatenada otras crisis profundas en las políticas públicas de interior e internacional del país, que acabaron provocando cambios institucionales de calado (creación de nuevas agencias o reorientación de la política exterior y de defensa). Igualmente, originó una reinterpretación de la realidad de seguridad para la comunidad académica española. La presente ponencia analiza este proceso de transformación institucional e ideacional, vehiculado a través del concepto de crisis política. Para ello se nutre de documentación primaria y secundaria, así como entrevistas a expertos.