La segunda década del siglo XXI en España se ha caracterizado, sobre todo a partir de la resolución del TC en 2010 en contra del Estatuto de Cataluña, por un aumento progresivo de la polarización identitaria por parte tanto de los nacionalismos periféricos como de algunas fuerzas políticas de ámbito estatal. Esto choca con la evidencia de una identidad dual mayoritaria en la ciudadanía española, mostrada de forma continua en los estudios y barómetros del CIS.

Ante esta realidad, resulta interesante observar las respuestas que los partidos de ámbito estatal articulan, en especial la izquierda por su difícil relación histórica con el nacionalismo español (debida entre otras razones a la herencia del franquismo). De especial relevancia puede ser el intento de reapropiación del nacionalismo y el patriotismo españoles por parte de un partido de ámbito estatal situado en la izquierda ideológica: Podemos. Mediante una estrategia proactiva, se acude a narrativas y mensajes que recuerdan en gran medida a la tradición del patriotismo social, esto es, un patriotismo o nacionalismo basado en la identificación mediante un vínculo emocional a los miembros de una comunidad nacional (en términos de clase y de solidaridad) antes que al Estado-nación o el territorio como tales.

En esta ponencia se plantea, a partir de la definición de patriotismo social y caracterización sociodemográfica del mismo en España, la hipótesis de que el perfil medio del votante de Podemos a nivel estatal se corresponde con uno que respondería a esta estrategia discursiva, esto es, de “patriota social” o con identificación de clase.

Para ello se propone una aproximación al perfil de la identificación de clase mediante el análisis de datos cuantitativos de estudios del CIS, así como el perfil del votante de Unidos Podemos y sus confluencias para las Elecciones Generales del 26 de junio de 2016. De este modo se caracterizará, por una parte, el perfil de la identidad de clase (ya identificado en investigaciones previas), y por otra el discurso del patriotismo social en Podemos, para comprobar si todo esto se traduce en afinidades partidistas o electorales.