Las sucesivas crisis que han azotado el sistema internacional de cooperación al desarrollo en los últimos años, desde la crisis de financiación a la de resultados, pasando por una transversal crisis de liderazgo, han puesto en jaque los acuerdos alcanzados internacionalmente para la gobernanza global del mismo. Los objetivos resultan cuestionados, los actores discutidos, y los instrumentos contestados.

Por todo ello, no es de extrañar que en ese caldo de cultivo la Coherencia de Políticas para el Desarrollo se haya erigido como el nuevo mantra del sistema internacional de Ayuda al Desarrollo: en un marco de inevitable globalización constituye un intento póstumo de devolver la gobernanza del sistema a los Estados Nación; a su vez resulta de indudable atractivo para todos los actores implicados (desde los socios del “Sur” hasta las ONG más críticas del “Norte”); y, por último, es lo suficientemente líquida para poder ser esgrimida en la retórica pero nunca promovida en la práctica.

Todos estos factores contribuyen a que, aunque en foros y declaraciones se repita como solución a todos los males del sistema, pocos sean los gobiernos que estén realizando esfuerzos empíricos para promoverla de forma efectiva, e igualmente escasas las labores de denuncia e incidencia lideradas por las organizaciones de la Sociedad Civil.

Esta realidad trae consigo un riesgo, aún difícil de ponderar, pero inevitable de tomar en consideración: que la Coherencia de Políticas para el Desarrollo acabe por convertirse en una cortina de humo desde la que desarticular los “añejos” sistemas de cooperación al desarrollo basados en las transferencias de Ayuda Oficial al Desarrollo, sin construir una alternativa viable y efectiva desde la esfera de lo público.

El objetivo de la presente comunicación es profundizar en este debate, aportando un punto de vista, si no alternativo, sí al menos complementario a los estudios tradicionales sobre la Coherencia de Políticas para el Desarrollo: un análisis de la misma desde el proceso de políticas públicas.

A través de un análisis de las diferentes fases del proceso de formulación de políticas públicas, en la presente comunicación se señalan aquellos espacios de oportunidad que permitirían hacer más efectivo el enfoque de Coherencia de Políticas para el Desarrollo. Cabe señalar que el análisis del proceso de políticas públicas se realiza fundamentalmente a nivel nacional, haciendo sólo una breve alusión a los espacios de decisión política infra y supranacionales.

Las principales conclusiones del estudio son que existe un marco de oportunidades para incorporar de forma efectiva la Coherencia de Políticas para el Desarrollo en la acción política, si bien para ello se tiene que producir una adaptación en las estrategias tanto de la toma de decisiones pública como de la labor de denuncia e incidencia política.