Este trabajo pretende ofrecer una interpretación global del impacto del proceso de integración europea sobre España cuando se cumple el trigésimo aniversario desde la adhesión. Para tal fin, a partir de una lectura crítica de la literatura científica sobre Europeización y desde la lógica “core-periphery”, se presentan tres fases históricas aplicables a este periodo: el dulce arrancar de los primeros quince años de integración hasta la llegada del euro (1986-2001), el decenio engañosamente próspero de burbuja y ensimismamiento (2001-2010), y el amargo despertar que arranca con la crisis de la Eurozona. El trabajo se centra en las segunda y tercera etapas atendiendo tanto a la política europea desarrollada por España a partir de la adopción de la moneda única como al impacto producido por ésta sobre el nivel doméstico (en lo relativo a la política económica pero también a las propias características sistémicas del nivel político-institucional). La combinación de ambas perspectivas se conecta al estudio de la problemática relativa a la necesidad y las dificultades que encuentra un estado miembro de las características de España para coordinar sus políticas en el seno de la Unión Europa e influir sobre la misma de acuerdo a las preferencias e intereses mayoritarios de su sociedad.