Tiempos de pandemia, tiempos de acción: respuestas de las ciudades y redes municipales transnacionales

Autor principal:
Xira Ruiz (Universidad Complutense de Madrid)
Programa:
Sesión 2, Sesión 2
Día: miércoles, 7 de julio de 2021
Hora: 11:00 a 12:45
Lugar: Online

La comunicación propuesta tiene un doble objetivo: por un lado, mostrar el creciente protagonismo de las ciudades en las relaciones internacionales; y por otro, examinar cuál ha sido su respuesta a la pandemia basándonos en las manifestaciones colectivas realizadas a través de redes transnacionales municipales como C40, Alianza Climática, ICLEI o el Pacto de los Alcaldes.

La aparición de desafíos transnacionales a los que ningún actor internacional puede hacer frente por sí mismo, como el cambio climático, ha llevado a una mayor visibilidad y empoderamiento de actores que tradicionalmente no han sido estudiados por la disciplina de las Relaciones Internacionales (RRII), pero que cada vez tienen más poder, como es el caso de las ciudades. Son esos desafíos transnacionales, o quizá la internacionalización de los problemas locales, los que han abierto una ventana de oportunidad para que las ciudades aumenten su protagonismo en la gobernanza global, contribuyendo así a un cambio en el sistema internacional. Siguiendo a Acuto (2016), esta internacionalización de las ciudades no es estrictamente una reacción de abajo-arriba, sino el resultado de la necesidad y la voluntad de tener un mayor peso en un contexto global complejo en el que se mezclan desafíos como el cambio climático, las migraciones, la pobreza y la inseguridad global, entre muchos otros. En esta misma línea, Castán Broto (2017) señala que la gobernanza urbana es un medio para construir nuevas formas de autoridad sobre la ciudad y el cambio climático. Y esto puede deberse a una mejor capacidad de las ciudades para cooperar entre ellas, una mayor rapidez para identificar las necesidades de los ciudadanos y a un mayor pragmatismo del que tienen los niveles superiores de gobierno (Hoornweg et al. 2011).

La necesidad de que las ciudades se involucren en la lucha contra el cambio climático es clara: las ciudades representan entre el 60 y el 80 por ciento del consumo de energía y generan hasta el 70 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) inducidas por el hombre, principalmente a través del consumo de combustibles fósiles (UN Habitat, 2019). Además, con el aumento de la población, se espera que dos tercios de la población mundial viva en áreas urbanas en 2050 (UNDESA, 2014). Otra cifra que explica la importancia de las ciudades para abordar los problemas ambientales es el rápido aumento en el número de megaciudades (aquellas con más de diez millones de habitantes) vistas en las últimas dos décadas, pasando de diez megaciudades en 1990 a treinta y tres en 2018 (United Nations, 2018) —frente a los más de 140 Estados que tienen menos de diez millones de habitantes. Sin lugar a dudas, esto hace que las ciudades sean actores esenciales en la lucha contra el cambio climático y que en los últimos años haya aumentado el sentimiento de que gran parte del poder para reducir las emisiones climáticas recae ahora en las ciudades y no en los gobiernos nacionales (Gordon & Johnson, 2017). La importancia de estos actores, además, cristalizó con su inclusión en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número once, en el que se apremia a aumentar el número de ciudades que luchan de forma activa contra el cambio climático y a favor de la sostenibilidad.

La movilización de las ciudades en el área de la sostenibilidad y el medioambiente se ha canalizado especialmente a través de redes municipales transnacionales (RTM) como ICLEI, la Alianza Climática, la red C40 o el Pacto de los Alcaldes, las dos primeras creadas a principios de los 90, y las dos últimas en 2005 y 2008 respectivamente. Estas redes han hecho patente el creciente poder que tienen las ciudades en la visibilización de problemas transnacionales y en la implementación de políticas activas y responsables que permitan su solución. Además de ser una forma de acceder a recursos, experiencia técnica y conocimiento para abordar problemas locales que tienen una dimensión internacional, la participación en las RTM puede considerarse una evidencia del creciente interés de las ciudades por tener un papel en la gobernanza global y por ganar prestigio y liderazgo en la acción climática (Bulkeley & Schroeder, 2009; Bulkeley, 2010; Bansard, Pattberg & Widerberg, 2017). Entre las reivindicaciones clásicas de las ciudades están la reclamación de líneas directas de financiación desde organismos internacionales o la demanda del reconocimiento del papel fundamental que tienen las ciudades en la lucha contra el cambio climático y en la transición hacia la sostenibilidad.

Además de enmarcar el aumento del poder de las ciudades en la aparición de problemas transnacionales y en su participación en RTMs para alzar sus voces, la comunicación se detendrá en el tipo de mensajes emitidos por las ciudades a través de estas redes desde el comienzo de la pandemia actual. Esto ayudará a situar el papel de lo local en la gobernanza global. Para ello se realizará un análisis empírico sobre los pronunciamientos, declaraciones y documentos publicados en relación a la covid-19 que aparecen en las páginas web de algunas RTM como C40, ICLEI, Alianza Climática y el Pacto de los Alcaldes.

Por ejemplo, bajo el título Cities get the job done, hay una serie de documentos y declaraciones que se encuentran en la web de C40 y que resumen el tipo de iniciativas y reivindicaciones que han partido de las ciudades en este momento de inflexión en las relaciones internacionales. Así, han manifestado su determinación a contribuir a una recuperación postpandémica verde y sostenible, creando nuevos trabajos en esta área, mejorando la formación de trabajadores para asegurar una transición justa, proveyendo de servicios públicos fundamentales para todos, promoviendo sistemas de transporte sostenible o asegurando el acceso a viviendas saludables y asequibles, entre otros. De este modo, la comunicación expondrá las principales reivindicaciones locales en el marco de la crisis sanitaria actual.  

Referencias

Acuto, M. (2016) “An Urban Affair: How Mayors Shape Cities for World Politics”. En Curtis, S. The Power of Cities in International Relations. Routledge.

Bansard, J.; Pattberg, P.; Widerberg, O. (2017) “Cities to the rescue? Assessing the performance of transnational municipal networks in global climate governance”. International Environmental Agreements. Politics, Law and Economics, Vol. 17 nº 2: 229-246.

Bulkeley, H. & Schroeder, H. (2009) Governing Climate Change Post-2012: The role of global cities – Melbourne. Working Paper 138, Tyndall Centre for Climate Change Research. 

Bulkeley, H. (2010) “Cities and the Governing of Climate Change”. Annual Review of Environmental Resources, nº 35: 229-253.

Castán Broto, V. (2017) “Urban governance and the politics of climate change”. World Development, vol. 93: 1-15.

Gordon, D. & Johnson, C. (2017) “The orchestration of global urban climate governance: conducting power in the post-Paris climate regime”. Environmental Politics, vol. 26 nº 4: 694-714.

Hoornweg, D.; Sugar, L.; Trejos Gómez, C. L. (2011) “Cities and Greenhouse Gas Emissions: Moving Forward”. Environment and Urbanization, 23(1): 207-227.

UNDESA (2014), World Urbanization Prospects, 2014 revision. UN Department of Economic and Social Affairs.

UN Habitat (2019) The Strategic Plan 2020-2023. A better quality of life for all in an urbanizing world. UN Habitat.

United Nations (2018) The World’s Cities in 2018. Data Booklet. Department of Economics and Social Affairs.

Palabras clave: ciudades, redes municipales transnacionales, cambio climático, covid-19