El estallido de la pandemia del coronavirus ha generado una crisis sanitaria y socioeconómica, entre cuyos efectos destaca la expansión del teletrabajo. A través de esta modalidad de trabajo se ha logrado reanudar la actividad económica al mismo tiempo que se ha detenido la transmisión del virus, al evitar los contagios entre personas. Desde la perspectiva de género, en algunos ámbitos esta forma de trabajo a distancia, dada la libertad en la gestión del tiempo que ofrece, se ha argumentado como una solución ante el desafío de la conciliación entre la vida laboral, personal y familiar. El trabajo no presencial se ha considerado que es la vía para encontrar el equilibrio entre estas tres dimensiones de la vida, a la vez que avanzar en el camino hacia la igualdad entre mujeres y hombres. No obstante, en esta investigación se parte de la hipótesis de que el teletrabajo es un mecanismo para introducir una nueva modalidad de trabajo y, por tanto, no es la llave ante el desafío de la conciliación, que atañe al mercado de trabajo, así como a la institución familiar. El problema de la economía de cuidados hunde sus raíces en la misma estructura social con su división sexual del trabajo en la familia, lo que exige otro tipo de respuestas más complejas, que no se circunscriben al trabajo no presencial y la flexibilidad en el uso social del tiempo.

Con este objetivo se adopta el paradigma del policy approach para el estudio del teletrabajo y la conciliación desde la perspectiva analítica del proceso de elaboración de políticas públicas. Se parte de la premisa de que cada política pública nace con la voluntad de atender un problema colectivo específico, lo que entraña un proceso de decisión e implementación concretos, que arrojan unos resultados. En este sentido, esta investigación se pregunta cuál es el fin de las medidas de conciliación, por un lado, y, por el otro, cuál es el reto del teletrabajo. El análisis descriptivo de la formulación de estas políticas públicas con perspectiva de género intenta responder a éstas, y otras preguntas. En primer lugar, se aborda la conciliación como una medida para hacer frente a la falta de capital humano del mercado laboral, así como los desequilibrios demográficos de las sociedades modernas. A continuación, se estudia el teletrabajo como una nueva forma de organización del trabajo. Por último, se aportan una serie de reflexiones finales sobre la economía de cuidados, el modelo de sociedad y el desafío de la desigualdad por razón de género.