En un proceso en el que confluyen el acopio exponencial de datos sobre toda clase de entidades y sucesos sociales; el aumento igualmente exponencial de las capacidades tanto del hardware como del software para explorar y analizar esos datos, así como para representar los resultados de la exploración y el análisis en multitud de formatos gráficos y tabulares en toda clase de soportes; el papel de la evidencia en la gestión de los sistemas políticos de todos los niveles de agregación territorial; y la competición entre esos mismos sistemas por la generación y la atracción de recursos materiales e inmateriales, durante los últimos años, se ha asistido a la proliferación de indicadores e índices internacionales orientados a la cuantificación en uno o unos pocos valores sintéticos de propiedades representadas por conceptos multidimiensionales de un alto nivel de abstracción, entre ellos los sistemas de indicadores Smart Cities. Sin perjuicio de admitir la utilidad política, económica y de gestión de tales esfuerzos, el presente trabajo se propone analizar los procesos de conceptualización y operacionalización de los sistemas de indicadores de Smart Cities, evaluando, desde el punto de vista de los estándares metodológicos, las decisiones adoptadas por sus constructures y calibrando, a la luz de los resultados de esa evaluación, las ventajas y las limitaciones de los índices estudiados.