Rousseau y sus intenciones ideológicas: manipulando el significado de la palabra democracia

Autor principal:
Pedro Abellán Artacho (Universidad Complutense de Madrid)
Programa:
Sesión 2
Día: miércoles, 20 de septiembre de 2017
Hora: 16:00 a 18:00
Lugar: Aula 1.2.

Acusar a Rousseau de contradictorio constituye un lugar común; al menos tanto como intentar dar sentido a estas paradojas, ya sea por su necesidad de dirigirse a distintas audiencias (Strauss) o incluso por ser “reveladoras de verdades” (caso de O’Hagan y Fralin). Una de las más importantes contradicciones, y que James Miller en mi opinión resolvió en falso, se revela al observar el inconsistente uso que hace el autor de su propia taxonomía de los regímenes políticos según la define en El Contrato Social. De acuerdo a este texto, las repúblicas (caracterizadas por el imperio de la ley y la soberanía popular) pueden tener gobiernos democráticos (algo imposible e indeseable), aristocráticos o monárquicos. Sin embargo, a lo largo de toda su vida, Rousseau no da tregua a la “monarquía” por ser un régimen tiránico y tampoco se priva de alabar a la "democracia", ocupando esta palabra en repetidas ocasiones el lugar que en principio correspondería a “república”. Y esto ocurre tanto en el mismo Contrato Social como en obras anteriores -la dedicatoria del Segundo Discurso- y posteriores.

Sin embargo, frente a estas aparentes variaciones, Rousseau siempre defendió que su mensaje (su “verdad”, como él la llama) se había mantenido inmutable. Teniendo en cuenta tanto la evidencia textual como el contexto en el que Rousseau escribió, en el cual la democracia era una palabra fuertemente cargada de connotaciones negativas, así como la delicada situación política en su adorada Ginebra y en su secretamente amada Francia, en esta ponencia argumentaré que Rousseau estaba tratando de construir un lenguaje de la libertad con el que combatir el "lenguaje de las monarquías" del que habla en sus Cartas desde la Montaña. Un lenguaje, eso sí, con el que no siempre fue capaz de ser coherente. En otras palabras, se sostendrá que tras la mencionada taxonomía pueden encontrarse intenciones ideológicas, entendiendo “ideología” en los términos de Freeden; esto es, como constelaciones de conceptos “decontestados” o despolemizados con objetivos políticos. En este sentido, se mostrará que el arreglo conceptual, retórico, que presenta en El Contrato Social, le permitía defender lo que ya en el Segundo Discurso encontraba provechoso de la democracia (la soberanía popular como única fuente de legitimidad y su institucionalización como único garante de la libertad) a través de la palabra “república”, mientras seguía atacando aquello que ya había denostado como imposible e inconveniente: que la mayoría se piense capaz de gobernar. Un imposible, además, que deberá matizarse, pues sólo sería tal imposible en el largo plazo (y no para actos puntuales como la elección de un gobierno; de nuevo, se trata de un argumento prudencial, con claras intenciones políticas. En definitiva, la ponencia defenderá la importancia de esta faceta de Rousseau como ideólogo –y no sólo como filósofo- de la libertad política, con unas consecuencias que resuenan hasta nuestros días.

Palabras clave: Democracia, Ideología, Rousseau, Historia de las Ideas